¡Cementos siderúrgicos!, una apuesta por el medio ambiente

La industria cementera a través de los años ha mostrado un alto compromiso por ayudar al medio ambiente en la disminución de las emisiones de CO2, y uno de los componentes que más sinergia hace en la formulación de algunos cementos es la utilización de adiciones como la escoria de alto horno.  

La escoria de alto horno se puede definir como un material árido artificial ó adición funcional en la formulación de cementos. Es un material que ayuda a reducir el consumo de Clinker. La presencia de este componente puede alcanzar hasta un 36% de la participación, lo cual va a depender de las condiciones que se tengan en el proceso de molienda vertical y las características de los demás componentes.

Como bien se sabe, la escoria es un material con un índice de molturabilidad (ósea que, a mayor trabajo, mayor cantidad de superficie), mayor al de los otros componentes de una fórmula de cemento de uso general.

La escoria puede ser adicionada a la mezcla de las siguientes formas: La primera sería justo en el proceso de molienda de la producción conjunta del cemento, ósea que en este preciso momento nos permitiremos adicionar la escoria, el Clinker el yeso y en algunas ocasionas más caliza en el mismo molino vertical para la producción del cemento. La otra opción es una más óptima desde el punto de vista de ahorro de energía y disminución del consumo de Clinker, y consiste en poder tener un proceso de molienda independiente para la escoria, en este caso la adición, sería al final del proceso de producción.

Hay formulaciones de cemento consideradas con porcentajes de hasta el 36% de adición de escorias, que de entrada el simple hecho de ser un subproducto casi que en calidad de residuo de la producción del hierro y que pueda dársele un uso en la fabricación de otro producto clasificado como uno de los más necesarios en el mundo, es muy ganador y realmente amigable con el medio ambiente.

Además, el alto contenido de silicatos y aluminatos de calcio con los que cuenta la escoria que nos aporta un alto desarrollo de resistencias finales a 28 días. Y otro beneficio con el que se cuenta cuando producimos cementos con adición de escorias es una mayor resistencia al ataque de sulfatos, debido a la disminución C3A ó Aluminato tricálcico proveniente del Clinker; es la fase más reactiva con el agua en las primeras edades, lo cual la relaciona directamente con el fraguado. Genera una reducción de la permeabilidad de líquidos y gases, evitando el ingreso de sustancias nocivas al interior de las estructuras, incrementando la vida útil de la estructura, sometida al ataque químico de gases en el ambiente.

Al final, se puede concluir, después de todos los beneficios identificados, que la adición de escorias en los cementos es una realidad que va en pro de ayudar al medio ambiente, garantizando cementos de uso general de alto desempeño, tal como lo establece la NTC 121:2014.

 

Alejandro Álvarez López

Jefe de Asesoría Técnica

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